¿Cuál es el mejor anti virus? (Recuperado)

En multitud de ocasiones la pregunta más recurrente de un usuario en una
tienda de informática es la típica:

-¿Cuál es el mejor anti virus?

El usuario espera con cara de estar pre dispuesto a no entender
absolutamente nada de la respuesta, lo cual no quita que la quiera. A
nivel comercial hay que dársela, que si uno, que si el otro que si el de
la moto, están todos ahí, unos mejores que otros, algunos gratuitos y
otros de pago, éstos últimos se han bajado los pantalones y dan, por lo
menos este año, más licencias (3) por el mismo precio o incluso inferior
que en versiones anteriores. Unos le tienen manía a Panda (si pudiera
lideraría ese grupo y trataría de hablar con los encargados del osito),
otros a Mcafee (personal y profesionalmente es el que me parece, de los
comerciales, el más estable) mientras otros alaban a Norton (mucho lujo
visual, aunque en las últimas versiones se ha “dejado influenciar»
demasiado por el malware que lo ataca). Luego están los cuñados que aman
acérrimamente a Kaspersky: de los pocos AntiVirus que han cedido a los
deseos de cualquier creador de virus o malware. Avg. Nod32, Avast(que
detecta el activeX de Panda security online como un virus), Zone Alarm,
Comodo Firewall (lástima ese cambio de concepto, ahora tienen una versión
de pago) y una interminable lista que día si día no aumenta. A esta lista
cabe sumarle otra, más larga si cabe, de programas especializados en la
detección de spyware (SpywareDoctor, SpySweeper, AdAware.). Toda una
facilidad a la hora de escoger, pero a lo que iba,
¿cuál es el mejor?
La respuesta es sencilla a más no poder:
N I N G U N O

Esa es la única respuesta válida a dicha pregunta y lo explicaré con un
ejemplo práctico:

common-sense
En ocasiones, más de las que pueda parecer a primera veista, no es solo la parte técnica la que falla.

Hace algún tiempo montamos la red de una oficina desde

cero, es decir, desde los ordenadores y sus instalaciones de Windows
hasta la instalación de los mismos in situ, la red y, obviamente, la
seguridad. En este apartado nos decantamos por McAfee Security Suite en
cada PC y un Firewall de Hardware, físico,  pero que aliviaría el tráfico
potencialmente dañino en la red interna, realmente era redundante, pero
en esa época ya sabíamos que el factor humano en la informática es capaz
de ejercer una magia inverosímil en cualquier ordenador.
Lo dejamos “nikelao”; red ágil, limpia e incluso con cierto nivel de
seguridad, “target accomplished, mission completed”.

Pasados unos meses sin ningún tipo de incidencia el cliente llamó al
taller: uno de los ordenadores hacía cosas raras “La cagamos Luís”.

Me planté delante del raro del grupo un rato después y, efectivamente, el
comportamiento del mismo era un tanto errático, lo llevé al taller e
indagué un poco en sus entrañas y lo encontré; virus «malo maloso»
detectado, que raro, ¿no? McAfee estaba encendido y actualizado, de hecho
la definición (nombre y apellidos) del virus en cuestión la saqué de la
web de McAfee. El caso era que el sistema ya estaba limpio y podía volver
a ponerse a trabajar. Al llevar de nuevo el ordenador a las instalaciones
del cliente no pude callarme la pregunta que tenía dentro de mi:

– Qué ha ocurrido?

La respuesta me dejó topos y más teniendo en cuenta
que ese equipo formaba parte de una red de trabajo, con datos
confidenciales de otros clientes y demás información “sensible”.

– Fulanito recibió un correo, al tratar de abrirlo se quejaba porque el
antivirus le bloqueaba el archivo adjunto, tantas veces lo intentó y el
antivirus lo canceló que optó por desactivar temporalmente el antivirus y
ahí fue cuando te llamamos.

¿Qué tal? Bien, ¿no? Pues en esa ocasión comprendí de primera mano que no
hay antivirus perfecto, pero si una falta crónica de sentido común que,
tres años después aun padezco a diario.  No existe el antivirus perfecto,
pese a los sistemas heurísticos que tratan de prever si el código de un
archivo es dañino, la defensa que ejerce es a “toro pasado”, en la eterna
lucha; virus/spyware – antivirus el pro activo es el primero y el segundo
el que le va a la cola, pero es que además el primero se las ingenia para
lograr que el ser humano que controla al segundo lo desactive o permita
conexiones pese a los insistentes gritos de “NO LO HAGAS!”, que el
cortafuegos muestra en pantalla con multitud de colores y formas. De
hecho si existe otra respuesta, el mejor de todos, con santa diferencia,
es el Sentido común, que es gratis, se puede instalar en cualquier momento,
no está sujeto a ningún tipo de licencia y además se puede aplicar en
multitud de casos que no tienen porque ser de carácter informático: todo
un invento oiga.

PD: En la anécdota cabe destacar que el virus solo tenía un propósito,
eliminar todos los archivos *.xls y *.doc que se encontrase, es fácil
hacerse a la idea de como se puso las botas en un PC de oficina.
PD2: Con todo esto no quiero decir, ni de lejos, que los
antivirus/cortafuegos no sean necesarios, al contrario creo que, en
sistemas Windows, son imprescindibles, pero no por ello hay que dejar de
usar el sentido común, leer y cerciorarse mínimamente de qué es lo que se
está haciendo, cómo, por qué y “con quién”(refiriéndome webs o
programas P2P).

¿O a caso pondrías el coche a 150 km/h y te darías de
bruces contra un muro de cemento porque llevas cinturón y te fías de los
AirBags?

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